24/03/2009 IGNACIO Subías
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En cualquier sistema sanitario, la promoción de la salud y la prevención de la enfermedad son factores fundamentales que producen una mejora evidente y conforman la solidez de un sistema, previamente a llegar a la curación, parte básicamente asistencial.
Vivimos en un mundo donde el hambre es una plaga que padecen millones de personas, cebándose en los niños de forma especial, y donde las infecciones afectan a millones de personas, produciendo la muerte de muchas por falta de medios, medicinas y medidas preventivas y educativas, lamentablemente ante la indiferencia en general de los que más tienen, más preocupados de sus propios problemas que de aportar a quienes menos tienen.
Entre estas infecciones que padecen de forma significativa en África está el sida, que si en los países con recursos ha disminuido de manera clara gracias a medidas educativas, preventivas y a tener tratamientos efectivos, en muchos países de África no hay ni medidas preventivas, ni tratamientos que les puedan llegar.
Todo el mundo sabe que el preservativo es uno de los mecanismos preventivos más eficaces y es una de las medidas que se deben utilizar para disminuir esta plaga. Por eso me parece que el mensaje que acaba de mandar el Papa en África es absolutamente desafortunado e irresponsable, pues no se pueden mandar mensajes de estas características a personas sin recursos, a las que se les va a crear una tremenda incertidumbre, dada la fiabilidad que para ellos puede tener el Papa.
Quiero pensar que un porcentaje importante, tanto de la jerarquía de la Iglesia como de los propios católicos de base, no comparte este mensaje y que colaborarán en campañas informativas y formativas que ayuden a la utilización del preservativo. No conozco colectivos científicos ni profesionales que pongan en duda la utilidad del preservativo como mecanismo preventivo a la hora de impedir la trasmisión de ciertas enfermedades infecciosas como el sida y más en comunidades con alto riesgo, dada su prevalencia, tal y como ocurre en muchos países africanos. No nos podemos callar ante este tipo de mensajes, pues estaríamos contribuyendo a generar más incertidumbre y más miseria, más enfermedad y más muerte, y cuando uno se calla ante lo que cree que es una injusticia, está permitiendo el camino de la siguiente. Como profesional y responsable político sanitario debo decir que el uso del preservativo es preventivo y decir lo contrario es ir contra la razón y el sentido común.
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En cualquier sistema sanitario, la promoción de la salud y la prevención de la enfermedad son factores fundamentales que producen una mejora evidente y conforman la solidez de un sistema, previamente a llegar a la curación, parte básicamente asistencial.
Vivimos en un mundo donde el hambre es una plaga que padecen millones de personas, cebándose en los niños de forma especial, y donde las infecciones afectan a millones de personas, produciendo la muerte de muchas por falta de medios, medicinas y medidas preventivas y educativas, lamentablemente ante la indiferencia en general de los que más tienen, más preocupados de sus propios problemas que de aportar a quienes menos tienen.
Entre estas infecciones que padecen de forma significativa en África está el sida, que si en los países con recursos ha disminuido de manera clara gracias a medidas educativas, preventivas y a tener tratamientos efectivos, en muchos países de África no hay ni medidas preventivas, ni tratamientos que les puedan llegar.
Todo el mundo sabe que el preservativo es uno de los mecanismos preventivos más eficaces y es una de las medidas que se deben utilizar para disminuir esta plaga. Por eso me parece que el mensaje que acaba de mandar el Papa en África es absolutamente desafortunado e irresponsable, pues no se pueden mandar mensajes de estas características a personas sin recursos, a las que se les va a crear una tremenda incertidumbre, dada la fiabilidad que para ellos puede tener el Papa.
Quiero pensar que un porcentaje importante, tanto de la jerarquía de la Iglesia como de los propios católicos de base, no comparte este mensaje y que colaborarán en campañas informativas y formativas que ayuden a la utilización del preservativo. No conozco colectivos científicos ni profesionales que pongan en duda la utilidad del preservativo como mecanismo preventivo a la hora de impedir la trasmisión de ciertas enfermedades infecciosas como el sida y más en comunidades con alto riesgo, dada su prevalencia, tal y como ocurre en muchos países africanos. No nos podemos callar ante este tipo de mensajes, pues estaríamos contribuyendo a generar más incertidumbre y más miseria, más enfermedad y más muerte, y cuando uno se calla ante lo que cree que es una injusticia, está permitiendo el camino de la siguiente. Como profesional y responsable político sanitario debo decir que el uso del preservativo es preventivo y decir lo contrario es ir contra la razón y el sentido común.
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